Un equipo de geólogos dirigido por Richard Teeuw, de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) ha descubierto que en la isla de Dominica, ubicada en el mar Caribe, una de las faldas del volcán Morne aux Diables ("Pico del Diablo") muestra signos de derrumbe.
Teeuw y su equipo hicieron el descubrimiento tras realizar prospecciones geomorfológicas respaldadas por imágenes tridimensionales de Google Earth que mostraban claramente grietas. Los resultados demostraron que estaban ante un peligro serio de corrimiento de tierras y tsunami, y en el caso de que esto sucediera, una mole de un millón de toneladas de roca se precipitaría al mar y produciría un tsunami con olas de hasta 3 metros de altura.
Dominica, es una isla y un Estado del Mar Caribe, ubicada entre los territorios francesesde ultramar de GUadalupeal norte y Martinica al sur. Concentra el mayor número de volcanes potencialmente activos del mundo y la zona está expuesta a los huracanes de forma regular y a actividad sísmica importante de modo ocasional. "Esta parte del mundo está muy bien preparada para los huracanes, pero está relativamente poco preparada para el impacto fulminante de un tsunami", declara el investigador.
Teeuw añade además que "la cuestión no es si se va a producir el corrimiento de tierras y el tsunami, sino cuándo sucederá. Posiblemente el desencadenante sea un terremoto importante que se produciría tras las lluvias intensas y la erosión costera de la época de los huracanes. Podría suceder en cien años o la semana que viene".
La poblada costa de Guadalupe tendría muy poco tiempo para reaccionar si el derrumbe provocara un tsunami. “Es una isla densamente poblada con concurridas playas turísticas, muchas de las cuales son anchas con gradientes de ángulo bajo, que funcionan como ‘pista de lanzamiento’ para los tsunamis y producen olas de mayor altura" afirma el investigador.
Las olas de un tsunami alcanzarían las costas del archipiélago de Guadalupe en cuestión de minutos tras el colapso del volcán, por lo que sería casi imposible advertir a las personas en la costa.
El investigador y su equipo volverán este verano a Dominica para realizar nuevas prospecciones geomorfológicas y comprender mejor el tamaño que pueden haber alcanzado las diversas zonas de corrimiento de tierras en las faldas del Morne aux Diables.
Para 2010 hay programada otra prospección, en la que se estudiará el lecho marino en el margen del volcán, y que permitirá realizar cálculos más precisos sobre la probabilidad de que se produzca un tsunami. El examen de la edad de los sedimentos del lecho marino también ayudará a determinar cuándo se produjeron los anteriores corrimientos de tierras costeros.
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