El 10 de agosto de 1519 parte de Sevilla la expedición capitaneada por Fernando de Magallanes, que tres años después se convertiría en la primera en dar la vuelta al mundo.
Las cinco navieras –Trinidad, San Antonio, Victoria, Santiago y Concepción– zarparon el 20 de septiembre del puerto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) con la intención de encontrar un paso marítimo que les llevara a las Islas de las Especias (Molucas), aquellas que Cristóbal Colón intentó buscar sin éxito.
Tras su primera parada en Tenerife (Islas Canarias) y su paso por las islas de Cabo verde y las costas de Sierra Leona, se dirigieron hacia Sudamérica en busca de un paso hacia el océano Pacífico, hasta entonces denominado Mar del Sur.
Durante el invierno austral –coincidente con el verano en el hemisferio norte– Magallanes sufrió un motín que supuso la pérdida de dos de las cinco naves de la expedición.
Al terminar la estación fría, continuaron hacia el sur hasta encontrar el paso que ahora llamamos Estrecho de Magallanes, un laberinto geográfico que lograron atravesar sin daños.
Llegaron así al inmenso océano Pacífico que Magallanes había subestimado. La expedición pasó tres meses navegando por sus aguas sin pisar ni ver tierra firme. La falta de alimentos frescos hizo que muchos marineros enfermaran y murieran de escorbuto.
En enero de 1521, la expedición en crisis alcanza la isla de Guam donde se repone y emprende su viaje hacia Asia.
En las Islas Filipinas acabaría el viaje de Magallanes. Un altercado con nativos acaba con su vida dando paso al mandato de Juan Sebastián Elcano, quien consiguió atracar las navieras en las islas Molucas. Cargado de especias, emprendió el viaje de regreso por el Índico hasta llegar a España en septiembre de 1922.
Solo una de las cinco naves iniciales, la Victoria, consiguió llegar una a España con 18 tripulantes, los primeros en dar la vuelta al mundo.