Hoy se cumplen 25 años de una de las mayores catástrofes medioambientales de EE UU. El petrolero Exxon Valdez encallaba el 24 de marzo de 1989 en el golfo de Alaska y como consecuencia 38.000 toneladas de crudo se vertían al mar. Sus consecuencias ecológicas, económicas y sociales perduran hasta nuestros días. Numerosos estudios detallan las secuelas aún tangibles de la tragedia.