Ángel Gil de Miguel, Catedrático de Medicina Preventiva en la Universidad Rey Juan Carlos, se doctoró en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en 1986, y su trayectoria vital está muy ligada a la investigación, siendo referente nacional en vacunación y farmacia, entre otras, con más de 60 proyectos en los que ha sido el investigador principal.
¿Por qué focalizar la atención en la vacunación en adultos?
Los programas de vacunación desde el Ministerio y desde las Comunidades Autónomas se centran mucho en la población infantil. Tradicionalmente nos preocupa mucho la población infantil y tendemos a protegerla. Pero una vez entramos en la población adulta, a partir de los 18 años hasta casi los 60 la persona está sana, no presenta problema de salud , se siente bien y no entiende que tenga que ir al médico. Es más tarde, a partir de los 60 o 65 años cuando la situación cambia. Nos empezamos a sentir mal y nos vacunarnos de nuevo. Esto provoca que los efectos de protección conseguidos durante las vacunaciones en edad infantil disminuyan, baja nuestro nivel de anticuerpos, y llegamos a la edad adulta más desprotegidos y con más riesgos de padecer enfermedades. En definitiva, yo creo que esa sensación de bienestar es la que nos lleva a no actuar durante la edad adulta, más tarde llegan los problemas y no entendemos que necesitamos revacunarnos por haber desatendido nuestro nivel de protección durante la edad adulta. Si uno se vacuna adecuadamente evitará vacunaciones por partida doble o triple. También es un fallo de los profesionales sanitarios que debemos de informar más adecuadamente.
¿Cómo valora que la salud se gestione por parte de las autonomías?.
Esta es una decisión que se tomó cuando las competencias estatales de sanidad y salud pública se transmitieron a las comunidades autónomas y en un país como el nuestro yo creo que esto fue un error. A lo mejor a la hora de gestionar centros de salud y hospitales se puede entender, pero, desde el punto de vista de la salud pública, establecer estrategias comunes es más eficaz. Es una pena, porque desde mi punto de vista deberíamos de implantar un calendario de vacunación tanto para el niño como para el adulto unificado en todas las comunidades autónomas. No tiene sentido que a un niño en Aranjuez reciba un tipo de vacunas y que a tan sólo 2 Kilómetros, nos encontremos en otra comunidad autónoma con un calendario diferente. Esta situación es un poco incongruente.
Respecto a las vacunas de neumococo o papilomavirus, una tradicional y una de nueva aplicación,¿Cree que la población está suficientemente concienciada de la necesidad de estas vacunas y de las características de cada una?
Son temas muy diferentes. El neumococo es una enfermedad que afecta al niño pequeño, por eso la vacuna es muy importante que se encuentre en el calendario de vacunación aunque a día de hoy sólo se encuentre introducida en la Comunidad de Madrid, muy acertadamente. Además se trata de una vacuna no excesivamente cara. Las vacunas que jugaron un gran papel en la primera mitad del siglo XX, perdieron su importancia cuando surge la era antibiótica a partir de los años 40. En ese momento pensamos que los antibióticos iban a resolver todo el problema. Sin embargo, nos encontramos con enfermedades no sólo bacterianas sino enfermedades víricas y el neumococo en particular , durante estos años ha ido creando resistencias. En un 33% es resistente a penicilinas y en un 20% a macrólidos que es otro grupo de antibióticos, con lo cual el arsenal terapeútico que tenemos para la neumonía ya apenas funciona y eso complica el tratamiento. La ventaja de una vacuna es que evita este arsenal. Aunque la enfermedad neumocócica se asocia al niño y al anciano, puede aparecer con problemas asociados y todos los fumadores deberían vacunarse, es decir, un 40 por ciento de la población adulta. En el caso del papiloma virus la situación cambia. La recomendación que hace el Ministerio es para los adolescentes durante la etapa inicial a las relaciones sexuales para evitar contagios. Afortunadamente las dos vacunas que tenemos disponibles a día de hoy amplían la franja de edad hasta los 45-50 años. En Canadá y en EEUU se ha incorporado una vacuna de este tipo dirigida a la población masculina, con lo cual se abre un horizonte muy relevante ya que hay estudios sobre esta vacuna que aseguran que previene no sólo de cáncer de cuello de útero, de vulva, de vagina sino también, de cáncer de pene, y de ano.
¿Cuál es la situación de la inserción de la vacuna del Herpes Zoster en España?
El virus Zoster es el mismo que le de la varicela y sólo aparece en personas que han padecido con anterioridad esta enfermedad. El virus de la varicela es tremendamente inteligente, se queda endosado en ganglios linfáticos dorsales de la columna acantonado y puede rebrotar en ciertas coyunturas. La vacuna del Herpes Zoster está pendiente de su comercialización en España. Se espera que sea a finales del 2010 principios del 2011.También estamos estudiando su utilización aunque en principio está recomendada para población mayor de 60 años con patología crónica asociada donde un herpes zoster se puede complicar. Aún no sabemos si se administrará bajo inscripción médica o será incluida en el calendario de vacunación de la población adulta.
Otro de los retos en Salud Pública es la comunicación, durante la última pandemia está se desbordó, ¿Qué medidas se deben tomar a este respecto?.
La estrategia más importante es una buena comunicación entre los profesionales del periodismo y los profesionales sanitarios, tiene que existir una comunicación fluida. Creo que los periodistas han de buscar los lugares donde pueden obtener una buena información y cuando hay situaciones de epidemia, o cualquier tipo de crisis sanitaria han de buscarlo exclusivamente en las autoridades sanitarias y no dejarse llevar por médicos que salen corriendo detrás de un micrófono para dar información y ganar notoriedad. Hay que buscarla en las autoridades sanitarias y ayudarlas a gestionar una situación de alerta o de alarma.
Otro gran reto es la lucha contra el VIH, ¿Cuáles son las carencias que usted cree existen en prevención de esta enfermedad?
Afortunadamente en países con economía de mercado disponemos de un gran arsenal terapeútico de antivirales, muy buenos, muy eficaces y que ha favorecido un cambio radical desde el año 96, es decir, hemos pasado de una enfermedad mortal a una enfermedad crónica gracias a estos avances. No obstante, también el virus del VIH se está haciendo resistente a estos antivirales que consiguieron que la investigación en vacunas quedara relegada. Por tanto, yo creo que debemos seguir trabajando en la búsqueda de esa vacuna porque la vacuna va a ser la solución real del problema, la única solución, lamentablemente, incluso para los países con más incidencia. Todos los países del África subsahariana tienen una accesibilidad a los alimentos realmente muy limitada, los medicamentos son muy caros, es decir, los países que más sufren sida normalmente tienen un PIB que no llega a 2 dólares por habitante y día. Por ello, es absurdo pensar en un antiviral cuya caja cuesta 140 euros ya que no pueden adquirirlo. Es la pescadilla que se muerde la cola. El virus está más extendido en estos países llamados en desarrollo y ahí el interés por esa vacuna baja y decrece dentro de los países que pueden investigar en este sentido y que pueden trabajar en ello por lo que, en definitiva, necesitamos una gran desarrollo de la solidaridad entre países y ayudar a buscar esa vacuna. Igual nos pasaría con la malaria, pero también hay más dificultades para buscar una solución porque el problema no se encuentra ni en España ni en Francia , ni EEUU sino en África, y eso limita mucho la iniciativa en investigación de estas enfermedades tan importantes.
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