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Agencia Sinc
Una conversación con Ángel Martín y José A. Pérez

“Si no te gusta que ‘Órbita Laika’ lo presente un cómico, puedes ver otros programas de ciencia”

Un programa nocturno de humor en el que se habla de ciencia. Con esta arriesgada apuesta, Órbita Laika, coproducido por RTVE y la FECYT, fue trending topic durante y después de su primera emisión. Sinc ha conseguido colarse en uno de los ensayos y abordar al director, José A. Pérez, y al presentador, Ángel Martín, que nos revelan, a dos voces, su fórmula para crear entretenimiento y mantener el rigor científico, "pero no el rigor mortis". Se emite los domingos a las 23 en La 2.

Ángel Martín y José A. Pérez
Entrevista a Ángel Martín y José A. Pérez. Foto: Olmo Calvo

Son las diez de la mañana y empieza el ensayo de Órbita Laika, el nuevo programa de ciencia que se emite en La 2 de RTVE los domingos por la noche. Un formato arriesgado, nunca visto en España hasta ahora; un show científico que aúna curiosidades y humor. Al finalizar, director y presentador contestan a nuestras preguntas. La química entre ellos transforma la entrevista en un diálogo.

¿Cómo surge la idea de hacer un programa de ciencia en versión late night?

José: Como he hecho guiones para otros programas nocturnos, es un formato que me parece bonito. Los programas de noche son íntimos, los espectadores están en el sofá, hablando de sus cosas…

Ángel: Hay una chimenea y vino, no me digas más.

José: Sí, una chimenea y gente abrazada comiendo queso en una alfombra (risas). Ese mundo me encanta, y como también me gusta la divulgación científica, pensé ‘voy a poner las dos cosas juntas a ver qué pasa y si alguien lo quiere hacer’.

Uno de esos principales ‘alguien’ es Ángel Martín, que confió desde el principio en este proyecto para su regreso a la televisión. ¿Todo lo que sabe de la ciencia es que ‘si te muerde un mono todo irá mal’, como decía la canción en el primer programa?

Ángel: Ahora un poco más desde que comenzamos, pero cuando me llamaron no tenía ni idea. Me parecía que la propuesta estaba muy bien, que nadie que se dedicara a la tele habría propuesto algo así nunca. Entonces pensé ‘esto va a ser entretenido y sobre todo, va a ser educativo’. Y me apetecía muchísimo.

Ángel Martín ensaya al piano su canción para el programa bajo la atenta mirada de José A. Pérez. / SINC

¿Y cuánto va a aprender de ciencia a partir de ahora? ¿Han conseguido reclutar a un nuevo adepto?

Ángel: “Ahora sé un poco más de ciencia que al comenzar con el programa, pero cuando me llamaron no tenía ni idea”

Ángel: Sí.

José: Hombre, ¿cuántos libros te hemos regalado por el momento?

Ángel: Llevo tres ya. En los monólogos hay un poco de trampa porque no improviso sobre lo que sé de la ciencia, eso no ha pasado todavía, pero te va enganchando. Creo que tiene que ver con la forma de transmitir de los colaboradores, porque probablemente con otra gente me hubiera espantado. Pero estos señores te la acercan de una manera muy interesante. Y como no entran en términos ininteligibles, no hay ningún momento en el que piense ‘desconecto el cerebro porque ya no te entiendo, no puedo estar a tu altura’. Y eso hace que te apetezca saber más.

Los estudios de percepción de la ciencia subrayan que la ciencia interesa y mucho. ¿Confían en arrastrar a muchos espectadores en un programa nocturno sin hablar de sexo?

José: Depende de lo que entiendas por muchos espectadores y de lo que consideres sexo también [risas]. La idea no es mucha gente, es a la mayor posible. El programa no pretende enseñar nada en realidad, no es divulgación, es popularización de la ciencia. Lo que sí pretendemos es que la gente diga ‘mira, la ciencia no es una cosa aterradora o incomprensible’, quitar miedos e invitar a los espectadores a profundizar más. Ese sería el mayor mérito. De hecho, la web del programa tiene un montón de contenido adicional.

¿Mejorará Órbita Laika datos tan pesimistas como el de que la mitad de los españoles no puede mencionar el nombre de ningún científico conocido?

José: Ni Einstein.

Ángel: Bueno, yo Einstein sí te lo diría, aunque no me siento especialmente brillante por eso (más risas). No me siento fuera de ese gran grupo de españoles.

El primer programa de Órbita Laika fue trending topic en Twitter…

José: El domingo y el lunes.

Ángel: ¿Cuánto dinero costó eso? [José se ríe].

¿Están contentos con la acogida en redes sociales?

José: Sí, aunque eso no se traduce en audiencia, ni en dinero ni en fama, solo en debate. Pero, por supuesto, que la gente hable del programa es mucho mejor que no hablen de él. También es verdad que el público cautivo de este tipo de programas es internet. Es decir, a veces es más fácil –por raro que parezca– que un programa de La 2 llegue a trending topic que uno de Antena 3.

¿Es muy distinto presentar un programa como este y uno exclusivamente de humor, Ángel?

Ángel: No tiene nada que ver. Primero porque no es un programa que yo haya ideado, de manera que estás pendiente de que esté en el sitio en el que el creador quiere que esté. Además es un programa serio –aunque haya humor–, por lo que el tipo de bromas que puedes hacer, o las interrupciones a los colaboradores, son un poco más complicadas. Para mí esto es más difícil, dentro de que está siendo muy sencillo trabajar…

José: “El programa no pretende enseñar nada en realidad, no es divulgación, es popularización de la ciencia”

Las pocas críticas negativas vienen del ámbito más científico. ¿José, es difícil encontrar el equilibrio entre rigor científico y acercar la ciencia al gran público?

José: Yo te diría que no, pero esa gente cree que sí. Tengo un amigo que siempre dice que hay que defender el rigor, pero no el rigor mortis. Una cosa es segura, este programa no está hecho para investigadores ni para divulgadores. Esto es televisión y es un formato muy determinado. Ha habido quejas que han llegado al extremo de por qué lo presenta un cómico. Pues porque es la opción del programa y, si no te gusta que lo presente un cómico, puedes ver otros programas de divulgación científica.

[El aludido se pone serio por primera vez durante la entrevista]

Ángel: Creo que tiene mucho que ver con las expectativas. Si Órbita Laika se hubiese vendido como algo distinto a lo que es, entiendo que la gente dijera ‘me habéis contado una cosa y no es así’. En tele mucha gente hace eso. ‘Va a salir esto, yo quiero que sea así y si no lo es, me enfado y no me gusta’. No creo que sea cuestión de que el programa esté o no en el punto donde debería estar, sino que esté donde consideren los señores que lo han creado y han decidido hacerlo. Que podría ser mejor en muchas cosas, sí; que podría ser peor en muchas otras, también. Pero la decepción viene de lo que cada uno en su casa se haya montado en su cabeza.

Si solo con decirlo en voz alta, un hipotético descubrimiento científico se hiciera realidad, ¿cuál diríais?

José: La pastilla de la felicidad, aunque creo que ya están trabajando en ello, según uno de nuestros colaboradores, Pepe Cervera. Yo la quiero ya. ¿Quién querría desengancharse de eso?

Ángel: Yo igual quiero un casco, como una gorra, que te haga mejor en todo. ¡El casco de Son Gokū! Eso sería perfecto [risas de los dos]. Algo con lo que digas ‘me voy a poner esto y voy a ser la leche en todo, pero en lo bueno y en lo malo’. Es decir, que si de pronto te cabreas, lo hagas a unos niveles que no te puedan parar. Que por un lado puedas crear vacunas pero también enfermedades que nadie pueda curar.

José: Si se te tuerce el día, ¿no?

Ángel: Sí, sí, sí. Que digan ‘este tío puede ser súper peligroso con ese casco’. Lo tengo: quiero el casco del bien y el mal, pero a tope.

José: Ahí lo tienes, ¡bienvenidos al nuevo programa de ciencia!

El plató de 'Órbita Laika'. / SINC

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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