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Agencia Sinc
Entrevista a Victoria Camps, presidenta del comité de bioética de España

“Si no existiera la maternidad no habría dificultades para la mujer investigadora”

El Comité de Bioética de España, con sede en Gijón, ha comenzado a abordar hoy la preparación de la reunión de los Comités de Ética Nacionales (NEC-Forum), que se celebrará en España en 2010. SINC habla con Victoria Camps, presidenta del máximo organismo español en materia de bioética, que desde hoy debate con el comité la necesidad de legislación adicional sobre el aborto.

Victoria Camps
Victoria Camps, presidenta del comité de bioética. Foto: SINC.

Victoria Camps Cervera (Barcelona, 1941) es filósofa y catedrática de ética de la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde 2008 ejerce como presidenta del Comité de Bioética de España, previa participación en los Comités éticos del Hospital del Mar, del Hospital de la Vall d'Hebron y de la Fundación Esteve de Barcelona

¿Cuáles son los principales temas de debate del comité?

Queremos abordar 12 temas, uno por cada miembro del comité. En 2009 están previstos la conciencia en general en temas sanitarios, los códigos de buena práctica clínica y de investigación, la protección de datos, los beneficios de los pacientes derivados de la investigación clínica, patentabilidad y derechos del paciente, placebos, investigación en práctica quirúrgica y consentimiento informado, quimeras e híbridos en la investigación y bancos de cordón umbilical. El mundo traerá nuevos temas y nuevas realidades (pobreza, dependencia, crisis,…).

Han excluido el aborto y la eutanasia, pero hoy comienzan su cuarto plenario con el primero...

Ya que se ha querido actualizar la legislación del aborto en el parlamento, lo lógico es que se hubiera pedido al comité de bioética un informe previo. Sin embargo, se creó un comité de expertos ad hoc desde el Ministerio de Igualdad para tratar el tema. No se ha utilizado el Comité de Bioética, tenemos la impresión de que se nos desconoce desde las instituciones públicas. Normalmente los comités de bioética actúan a instancia de los parlamentos, de los gobiernos, de los ministerios y de las mismas organizaciones ciudadanas, que son las que piden que se trate este tema. Yo hasta ahora he sido presidenta del Comité de Bioética de Cataluña y casi todo lo que hemos hecho ha sido a instancias de las distintas administraciones públicas. A nivel nacional todavía no ha ocurrido esto.

Sobre la eutanasia creo que, aunque es un tema muy complejo, no es tan prioritario como otros. Además, desde mi punto de vista, quizá la eutanasia ya no hay que plantearla como eutanasia en general, sino como suicidio asistido, porque los cuidados paliativos están muy avanzados en España. Un proceso como el que ocurrió hace poco en Italia (caso Eluana) es impensable aquí.

¿La bioética ha topado con la religión?

Desde luego. La bioética siempre ha sido más promocionada por las distintas iglesias que por la sociedad laica. Es decir, los primeros comités de bioética de ámbito internacional (Kennedy Center en Washington) o nacional (Instituto Borja de Cataluña) son jesuitas. La iglesia entró desde el principio en estos problemas que afectan al principio y al final de la vida, porque las distintas iglesias han tenido siempre un cierto temor a que esas respuestas fueran rebatidas por la ciencia o la ética laica. Y ese conflicto entre postura ortodoxa y postura laica es constante.

¿Qué piensa de la influencia de la ideología en la ciencia?

No podemos eliminar la ideología de un investigador. Cada cual tiene las creencias que tiene y son esas creencias las que determinan en parte el enfoque que se le da al trabajo. Eso es inevitable, pero hay que ver las cuestiones científicas de fondo. La ciencia no opina sobre temas ideológicos. Hay que saber diferenciar lo que es ideología, y aceptar en ella la pluralidad de lo que es ciencia. El problema llega cuando hay que legislar.

¿Y cuál es la solución para el comité?

Intentar no entrar al saco de las cuestiones, tal y como se plantean desde las posturas más ortodoxas, y adoptar una postura independiente, liberal y tolerante.

¿Qué haría para evitar desigualdades en la actividad investigadora, y en concreto sesgos como la maternidad para la producción científica de las mujeres?

El tema de la desigualdad de género es transversal, y afecta a absolutamente todo, también a la investigación. Afecta a la posibilidad de tener cargos de más responsabilidad y una carrera profesional más continua. El gran escollo, claro está, es la maternidad. Porque si no existiera ese escollo, no habría dificultades específicas para las mujeres investigadoras. Las políticas públicas podrían responder a esto con medidas de conciliación, aunque en España es un tema en estado muy embrionario.

¿Cree entonces que se mantiene en la actualidad una división sexual del trabajo en la actividad investigadora?

Sí. Sigue habiendo carreras más “femeninas” y más “masculinas”. Además, en toda la trayectoria profesional y en la incorporación al mercado laboral existen todavía inercias que están en la mentalidad de todas las personas. Empieza a cambiar, pero poco. Y ese cambio se fundamenta en la educación.

Me produce una gran satisfacción ver a tantas investigadoras, pues aún no siendo tan reconocidas como muchos investigadores, cada vez son más. Estoy convencida de que la igualdad de género tiene un proceso de no retorno. A lo mejor yo ya no lo veré, pero avanza. La revolución de las mujeres ha sido la más importante del siglo XX, pero no está acabada y queda mucho por recorrer aún en el XXI.

Un organismo con mucho futuro

El Comité de Bioética de España se creó a partir de la Ley de Investigación Biomédica de 2007. Los objetivos de este comité, que no se constituyó hasta octubre de 2008, son tratar todos los problemas éticos derivados de las ciencias biomédicas y de la salud. Con el cambio de gobierno de 2008 todas las competencias en investigación pasaron del Ministerio de Sanidad y Consumo al Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), lo que ha dilatado su desarrollo. En la actualidad, está formado por 12 miembros y adscrito al Instituto de Salud Carlos III.

Hasta ahora los miembros del comité han elaborado un reglamento de funcionamiento interno para la elaboración de documentos a través de grupos de trabajo, y directrices de funcionamiento interno en plenarios trimestrales. También han organizado una comisión permanente “para el día a día” y han elaborado un plan de trabajo con una serie de temas interesantes para ver si este año podemos presentar públicamente uno o dos de esos documentos. Hoy ha comenzado su cuarto plenario, en la sede de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI) de Gijón.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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