Arantza Aldezabal, investigadora del departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UPV/EHU

"Para mantener el valor de los pastos de alta montaña es necesaria la ganadería"

En verano los pastores suben a los animales a la montaña a pacer, a comer los pastos frescos de las zonas altas. La mayoría de los pastos se encuentran en áreas protegidas, y por ello es importante estudiar la influencia que dicha actividad tiene en los pastos.

Arantza Aldezabal
Arantza Aldezabal, investigadora del departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UPV/EHU (Fotografía: Lucía Álvarez)

Arantza Aldezabal dirige un equipo de investigación del departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UPV/EHU que está desarrollando una herramienta informática para la correcta gestión de la ganadería y la toma de decisiones. Dicha herramienta informática es un modelo predictivo que simula los cambios en las dinámicas de los pastos ante posibles situaciones, de forma que se pueden prever las consecuencias que podrían provocar los cambios de las dinámicas de los pastos en la actividad ganadera y en su economía y sostenibilidad. Este equipo quiere utilizar la herramienta para el estudio de las dinámicas de los pastos de alta montaña.

“Utilizamos como base un modelo desarrollado en Norte América, el modelo Sabana, que ya se ha aplicado en varios lugares —en sistemas de sabana de África, y en Colorado y en Yellowstone de Norte América, por ejemplo—”, explica Arantza Aldezabal. El modelo Sabana ha sido utilizado sobre todo para el estudio de la relación entre los pastos y la fauna salvaje, pero puede utilizarse también con el ganado. “Por su complejidad pero, al mismo tiempo, por su flexibilidad, el modelo permite cambiar las variables, cambiar sus relaciones, incluir nuevas, etc., para poder adecuarlo al sistema necesario”, explica.

Dicho modelo predictivo está organizado por módulos. Cada módulo puede utilizarse de manera independiente o junto con los demás, de forma que los resultados obtenidos son diferentes. “Hemos creado un equipo multidisciplinar para analizar los módulos y adecuarlos al sistema que nos interesa”, dice la investigadora. Cada investigador está estudiando el módulo que corresponde a su disciplina para poder adecuarlo a los pastos de alta montaña de zonas protegidas. Hasta ahora se han hecho pruebas en pastos de alta montaña de Gorbeia, Aralar y Cantabria.

En la dinámica de los pastos tienen influencia distintos factores, como el clima o la propia influencia del hecho de que los animales pasten allí —se ha comprobado que el pastoreo mejora las propiedades nutritivas de los pastos—. “Puede suceder que el pastoreo estimule el crecimiento de los pastos, o, todo lo contrario, que una actividad intensiva perjudique la producción potencial de los pastos”, explica la investigadora. Todos esos factores se pueden integrar en el modelo que están desarrollando para conseguir simulaciones fidedignas.

Características de los pastos

Los pastos de alta montaña están considerados como comunidades de especial interés. “Son zonas de alto valor naturalístico, pero si se quiere mantener ese valor, es necesario hacerlo mediante la ganadería, pues están totalmente relacionados”, subraya Arantza Aldezabal. “Es difícil decir si el pastoreo es excesivo o no, ya que entre los factores que influyen en los pastos existe una jerarquía donde el clima está por encima de los demás factores. Por ejemplo, si un año no hay déficit de agua el ganado se mantendrá sin problemas y no afectará a los pastos de ninguna manera (ni positiva, ni negativa), y las dinámicas de los pastos se mantendrán igual. Pero si no llueve lo suficiente en la época en la que más crecen los pastos, en mayo y en junio, el pastoreo perjudicará la capacidad de producción de los pastos”, explica.

Siendo eso así, el modelo predictivo proporcionará cada año diferentes instrucciones para la correcta gestión de los pastos. Por ello, los investigadores prevén que las medidas a tomar cambiarán de una temporada a otra. “Podremos tomar decisiones antes de tener el problema encima. Podremos ver si el verano va a ser bueno o malo, por lo menos, con un mes de antelación, y también si habrá problemas o no”, explica la investigadora. Con este sistema de predicción se podrá calcular el número de cabezas de ganado que puede subir a los pastos en cada ocasión, para que la producción de los pastos sea la óptima y no se perjudiquen sus dinámicas.

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basqueresearch.com

Fuente: UPV/EHU
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