Investigadores del grupo de investigación de Nutrición, Ambiente y Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) en el Instituto Catalán de Oncología (ICO), liderados por Carlos Alberto González, han identificado nuevos factores que alertan de un elevado riesgo de desarrollar un cáncer gástrico. Las personas que tienen una infección por una variante concreta de Helicobacter pylori y las que presentan una determinada lesión gástrica precancerígena tienen un riesgo mucho más elevado de desarrollar la enfermedad que el resto. Los resultados de la investigación se han publicado recientemente en el International Journal of Cancer y en el American Journal of Gastroenterology.
¿Qué importancia tiene este estudio?
Entre el 60 y el 70% de la población mundial está infectada por Helicobacter. De estos, un 25% sufrirá una úlcera duodenal y un 1% un cáncer gástrico. Nosotros hemos identificado dos marcadores biológicos: los factores de virulencia del Helicobacter y la presencia de metaplasia intestinal de tipo incompleto (una lesión precancerígena) que nos deben permitir predecir si el paciente forma parte de este 1%. Es un primer paso para elaborar un perfil de riesgo que ayudará los facultativos a tener una guía clínica para actuar con pacientes que presentan este tipo de lesiones o que están infectados por determinadas cepas de Helicobacter. Nuestro grupo participa ahora en un estudio multicéntrico con once hospitales españoles, financiado por el Ministerio de Sanidad, y en colaboración con el área de epigenética para ampliar el número de marcadores.
¿Somos conscientes de la relación entre los factores ambientales o nutricionales y el cáncer?
No. La población en general no es consciente pero muchas veces los médicos y las administraciones tampoco lo son. La relación entre un factor ambiental como el tabaco y el cáncer de pulmón es conocida desde hace más de 60 años pero hasta ahora no se ha empezado a prohibir su consumo en lugares públicos. Otro factor importantísimo es la dieta, puede ser tanto un factor de riesgo de cáncer como un factor protector. Nuestro grupo ha demostrado que la dieta mediterránea es un factor protector del cáncer gástrico. También intervienen factores genéticos y epigenéticos. Debemos ser conscientes de que gran parte de los tumores son consecuencia de la interacción de todos estos factores. El cáncer ambiental se puede prevenir y se hace poco por hacerlo.
¿Cómo llega esta investigación multidisciplinar a la práctica clínica?
La investigación traslacional es un reto para los que nos dedicamos a la investigación. Nuestra obligación es aportar evidencias científicas serias y facilitar su aplicación clínica y en salud pública, pero no todo depende de nosotros. Antes hablábamos del tabaco, y ahora la obesidad se está convirtiendo en un problema real de salud pública relacionado con el cáncer, la diabetes o los problemas cardiovasculares. La Administración debe actuar y fomentar los buenos hábitos alimentarios con la información que recibe de grupos de investigación como el nuestro.
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