Eduardo Sáenz de Cabezón, divulgador

“Las matemáticas no volvieron a ser las mismas después de Emmy Noether”

Tuvo que superar muchos prejuicios hasta llegar a ser la primera mujer que habló en el Congreso Internacional de Matemáticos. A pesar de sus aportaciones al álgebra y la física, esta científica alemana de comienzos del siglo XX sigue siendo una gran desconocida. El también matemático y divulgador científico Eduardo Sáenz de Cabezón rescata su figura en el libro El árbol de Emmy.

“Las matemáticas no volvieron a ser las mismas después de Emmy Noether”
El matemático Eduardo Sáenz de Cabezón descubre la vida de la matemática más importante de la historia: la alemana Emmy Noether. / Créditos fotos: Aprendemos Juntos / Drs. Emiliana and Monica Noether

Cuando Emmy Noether falleció en 1935 exiliada en EE UU, Albert Einstein escribió una carta al New York Times donde señalaba: “La señorita Noether fue el genio matemático creativo más importante que haya existido desde que empezó la educación superior para las mujeres”.

Esta científica de ascendencia judía nació en Alemania en 1882, y a lo largo de toda su vida tuvo que superar muchos obstáculos para hacerse un hueco en la universidad, tanto en la de Erlangen-Núremberg, donde se formó y consideraban que la mujeres podrían “derrumbar todo el orden académico”, como en la de Gotinga, donde desarrolló la mayor parte de su carrera.

“Si hubiera habido Nobel de matemáticas Emmy Noether hubiera conseguido uno o dos”

Pero al final se convirtió en la madre de las matemáticas modernas, contribuyendo de forma esencial a las ramas del álgebra abstracta y la física teórica. Cuando en 1932 pronunció su conferencia en la sesión plenaria del Congreso Internacional de Matemáticos en Zúrich (Suiza) sus trabajos ya eran mundialmente conocidos.

Desgraciadamente, al año siguiente Adolf Hitler ascendió al poder y la Alemania nazi expulsó de la universidad a Noether y otros profesores “políticamente sospechosos”, que se vieron obligados a emigrar a EE UU y otros países.

Toda esta historia se cuenta en el libro El árbol de Emmy, recientemente publicado y escrito de forma desenfadada por el matemático y divulgador Eduardo Sáenz de Cabezón (Logroño, 1972), profesor en la Universidad de La Rioja y último presentador del programa Órbita Laika de RTVE.

¿Por qué se considera a Emmy Noether la mayor matemática de la historia?

Además de sus contribuciones fundamentales a la física matemática, ella desempeñó un papel muy relevante en los inicios del álgebra moderna, que se inicia con el joven matemático francés Evariste Galois. Los algebristas pasaron del estudio de soluciones para ecuaciones al de estructuras algebraicas, un paso fundamental en la historia. Noether fue crucial en este nacimiento y desarrollo de las estructuras algebraicas. Las matemáticas no volvieron a ser las mismas después de ella.

Noether en 1930. / Konrad Jacobs, Erlangen

¿Cuáles son sus contribuciones concretas al álgebra abstracta y la física teórica?

En cuanto al álgebra, le debemos gran parte de la teoría de anillos (sistemas formados por un conjunto y dos operaciones, usualmente la suma y el producto), los llamados ideales (un subconjuntos especial de anillo) y estructuras abstractas (generalizan operaciones aritméticas mediante números, letras y signos) que están en el centro del álgebra moderna, además de sus aportaciones a la teoría de invariantes algebraicos.

El mundo de las ecuaciones es salvaje y variado, pero los invariantes (propiedades que no cambian) nos permiten poner algo de orden al buscar lo esencial. Respecto a la física teórica, aportó un teorema absolutamente fundamental: el llamado teorema de Noether, que relaciona los conceptos de simetría y conservación.

¿Puedes explicar un poco más en que consiste este teorema?

Un sistema físico podemos expresarlo mediante fórmulas matemáticas, y luego podemos estudiar la simetría de esas fórmulas. Algo así como qué transformaciones podemos hacerles sin que se note el cambio.

Lo que demostró Emmy Noether es que esas transformaciones, esa simetría, está íntimamente relacionada con la conservación de cantidades en el sistema físico que estamos expresando (energía, momento, etc.). Es la forma matemática de comprender la conservación de cantidades físicas.

¿Cuál dirías que fue el momento más difícil y más gratificante de su carrera?

Lo más frustrante tuvo que ser el no tener nunca un puesto de profesora acorde a sus capacidades y ver que sus compañeros de iguales o menores méritos hacían carrera laboral mucho más fácilmente que ella. A nivel personal, sin duda lo más difícil fue abandonar Alemania. Y en cuanto a lo más gratificante, seguro que los éxitos de sus discípulos, sus logros científicos y algunos de los éxitos académicos, como ser ponente plenaria (la primera mujer y durante décadas la única que lo logró) en el Congreso Internacional de Matemáticos.

Congreso Internacional de Matemáticos celebrado en Zúrich (Suiza) en 1932. /Johannes Meiner-ETH Bibliothek

¿Por qué apenas la conoce nadie? ¿Solo por el hecho de ser mujer?

Una causa es que se dedicara a las matemáticas, una ciencia poco espectacular, cuyas aplicaciones no son siempre directas, y cuyos logros más espectaculares permanecen inalcanzables para mucha gente. Son más intangibles que los de otras ciencias. Yo creo que si hubiera habido Nobel de matemáticas Emmy Noether hubiera conseguido uno o dos, porque sus méritos fueron mayúsculos. Los premios no marcan la importancia de los logros, pero dan mucha visibilidad a las personas.

En el libro también hablas de otras mujeres matemáticas muy importantes ¿Personalmente destacarías alguna?

Una de ellas sería la matemática rusa Sofía Kovalevsky, que vivió en el siglo XIX e hizo aportaciones muy relevantes (en campos como el análisis, las ecuaciones diferenciales parciales y la mecánica) y también tuvo que hacer frente a muchas dificultades. De entre las contemporáneas, quizá la más importante es la estadounidense Karen Uhlenbeck, que además se ha hecho con el premio Abel que, este sí, es una especie de equivalente al Nobel de matemáticas. Ha sido la primera mujer en lograrlo.

Para Sáenz de Cabezón, en matemáticas no están superadas las diferencias de género “porque son un reflejo de una diferencia estructural que persiste”

¿En las matemáticas actuales están superadas las diferencias de género?

Totalmente no, claro, porque estas diferencias son reflejo de una diferencia estructural que persiste. Creo que se van haciendo avances, pero probablemente los frutos irán llegando despacio. No creo que las matemáticas sean un campo donde estas diferencias sean más intensas que en general. Probablemente menos que en otras áreas.

La idea de este libro parte de una serie de tuits dedicados a mujeres matemáticas ¿Hasta qué punto son importantes las redes sociales para divulgar esta ciencia?

Pueden tener una labor muy importante para normalizar el diálogo sobre ciencia, para ser contrapartida de opiniones claramente anticientíficas y para facilitar el diálogo entre la personas que nos dedicamos a la ciencia y las que no. En el caso de este libro, se han incluido hilos de Twitter mantenidos con los divulgadores científicos del grupo Los Tres Chanchitos (Enrique Borja, Clara Grima y Alberto Márquez).

¿Funciona mejor el vídeo o la televisión para la divulgación científica?

Estos medios presentan plataformas diferentes y complementarias, tienen lenguajes distintos y probablemente también públicos diferentes. Cuanto más variada sea la presencia de la ciencia y las personas que nos dedicamos a ella en todos los medios, más variado será también el público y las formas de llegar a él. En televisión, por ejemplo, mi experiencia en el programa Órbita Laika ha sido maravillosa. Espero que tengamos una nueva edición en primavera y ojalá cuenten conmigo.

Fuente:
SINC
Derechos: Creative Commons
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