Rusell J. Rodríguez, microbiólogo de la Universidad de Washington

La microbiología planta cara a los trasgénicos

La “simbiogenia” es el término acuñado por el profesor del departamento de Biología de la Universidad de Washington Rusell J. Rodríguez, con el que reivindica el papel de los hongos dentro del ecosistema.

La microbiología planta cara a los trasgénicos
Rusty Rodríguez en el campus de la UA.

Este experto en Microbiología ha realizado estos días su primera visita a España y el Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio (IMEM) Ramón Margalef de la Universidad de Alicante se ha encargado de que este estadounidense, con publicaciones en Science o Nature, de a conocer sus investigaciones y su particular visión científica sobre cuales son los retos del siglo XXI. El director del IMEM Luis Vicente López ha elogiado las investigaciones de este microbiólogo por su sencillez en el planteamiento y magníficos resultados. Rusell Rodríguez ha explicado las bondades de los hongos como verdaderos agentes capaces de combatir el cambio climático. Sus resultados han puesto en duda las ventajas de los cultivos trasgénicos, porque demuestra que la historia, la microhistoria, nos puede ayudar a proteger nuestros cultivos de una manera natural.

Ha tenido la oportunidad de conocer el parque natural de la Font Roja en el norte de la provincia, ¿cuál es su opinión?

A pesar de que el tiempo no nos acompañó, el parque me gustó mucho y las instalaciones son magníficas para realizar investigaciones.

¿Qué elementos comunes ha encontrado entre la Font Roja y el parque de Yellowstone, donde ha realizado una de sus últimas investigaciones?

En todos los parques hay elementos comunes, me refiero a los gradientes del medio y que siempre puedes encontrar una especie donde hay calor, sombras, frío y donde han visto que la simbiosis ayuda a las plantas para establecerse.

Su exposición está basada en artículos publicados en las conocidas revistas Science y Nature y en su último trabajo científico titulado “Más de 400 millones de años de evolución y algunas plantas todavía no pueden hacerlo solos: tolerancia de tensión de la planta vía simbiosis fangal” publicado este año en el Journal of Experimental Botany. ¿Qué novedades aportan estos estudios?

Esas publicaciones han sido las primeras en demostrar la adaptación específica al hábitat a través de una simbiosis. El primer escenario elegido fue la zona próxima a los géiseres en el parque de Yellowstone, suelos geotérmicos, donde las plantas soportan temperaturas en invierno de 20 grados y en verano de 65 grados. Nos dimos cuenta de que estas gramíneas tenían unos hongos microscópicos en las raíces, los cuales les permitían vivir, adaptándose y protegiéndolos de los cambios de temperatura (muestra una fotografía donde se ven los efectos, una planta con hongos es una planta viva verde y sin hongo moría). Luego no depende de ella. Así podemos concluir que la planta no evoluciona, los hongos la hacen evolucionar.

¿En qué otros lugares comprobaron esta teoría?

El segundo lugar fue en las Islas San Juan en la costa del estado de Washington, donde las plantas soportan estrés por los problemas de salinidad. La marea sube y moja parte de la playa y unas que tienen más sal y otras menos, eso es el gradiente. Buscamos, de nuevo, el hongo microscópico y comprobamos que ocurría lo mismo. Además, hicimos estudios en un campo de cultivo de Oklahoma con melones.

¿Hasta qué punto puede influir un hongo, un organismo tan pequeño, en el cambio climático?

En el parque de Yellowstone, observamos que si le quitábamos a esa planta el hongo moría. Pues la siguiente cuestión que nos planteamos es si funcionaría también con otras plantas que no han sufrido estrés térmico como el melón. Hicimos la prueba con melones cultivados a 38º y comprobamos que las que tenían el hongo vivían, salían adelante y las otras, morían. Eso está relacionado con el hecho de que si la media de la temperatura ha subido, las plantas ahora mismo tienen un estrés térmico y producen menos, crecen peor. Si tú les pones el hongo, la planta puede crecer en ese límite.

¿En qué puede mejorar el hongo los cultivos?

Vegetales, arroz … en diferente tipos de plantas y a diferentes temperaturas y el hongo de las playas se puede poner en otras plantas para que toleren la salinidad, lo que en esta zona mediterránea, es un hallazgo interesante y aplicable. Aquí hay un problema muy grande de salinización, porque como no hay agua, cada vez los pozos son más hondos y se sacan más agua y se mete el agua de mar en la capa freática y una vez hecho no se puede quitar, porque no se puede quitar la sal de esa tierra. Sólo podrías dejar que lloviera mil años. Pues una manera de hacerlo es que esa planta pueda aguantar esas condiciones.

Por último, ¿para cuándo pasaremos de la investigación a la aplicación?

Creo que en menos de dos años para arroz, cereales, … hay muchas compañías que han intentado hacer cultivos trasgénicos, pero yo me pregunto ¿buscar genes para proteger las plantas? Eso es una tontería. Un gen no sirve para nada, lo mejor es buscar el organismo que desde hace millones de años hace que la planta haga lo que tú quieres que haga. Eso es lo que denominamos “simbiogenia”, en vez de coger un gen de un organismo, coger todo el genoma del organismo y al organismo también.

Por favor, diga su opinión sobre: ¿Qué aporta la microbiología a la sociedad?
Mantener producción agrícola con el cambio climático y para restaurar hábitats naturales que se han degradado.

¿Ha podido conocer investigaciones españolas en su campo?¿y cuál es el nivel?
Sí. Excelente. Precisamente conozco el trabajo de la UA y de su director del Instituto, son ideas innovadoras que otra gente no ha tenido.

Actualmente hay muchas informaciones, ¿Cómo selecciona usted la información sobre investigaciones?

Muchas de las cosas que estoy investigando no se habían hecho antes porque mis investigaciones no se centran en el trabajo de muestreo, sino en el de mecanismos, por qué y cómo funcionan las cosas.

¿Qué le aconsejaría a jóvenes investigadores en su campo?

Con el volumen actual de información es muy difícil seleccionar, aunque la mayoría está en Internet. Hay una página “Faculty of 1000”, donde premios nobeles y prestigiosos investigadores recomiendan artículos y estudios. Digamos que ofrece una muy buena selección sobre las investigaciones más interesantes en biología.

¿Y para público en general?

En este caso, creo que existe un déficit de información, pero cada vez, hay más recursos. Hay anécdotas curiosas, por ejemplo, la Asociación americana de Microbiología me hizo una entrevista y la pasó a formato digital en i-Phod para que la gente la viera.

El ciclo de conferencias habla del reto del siglo XXI, ¿cuál es?

Estamos viviendo grandes cambios, pero creo que el reto es la disponibilidad y la calidad del agua. El segundo es el impacto del cambio climático en la producción de alimentos. Necesitamos cambios.

Fuente: UA
Derechos: Creative Commons
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