Exactamente 7.199,4 kilómetros: este es el recorrido que ha hecho Luis Bejarano con una furgoneta, una centrífuga de mano y un congelador a corriente y a batería, para recoger la saliva de 2.000 chicos y chicas de quince años. Son muestras para el proyecto de ciencia ciudadana "Saca la lengua", con la colaboración de la obra social de "la Caixa" y liderado por Toni Gabaldón desde el Centro de Regulación Genómica. Después de meses de preparaciones –logística, protocolos, encuestas–, el biólogo se puso manos al volante y recorrió el país durante dos meses y medio.
¿Cuál era el objetivo de tu viaje?
Por un lado, recoger las muestras que nos servirán para el estudio científico y hablar del proyecto, que consiste en estudiar el microbioma –es decir, la colección de microorganismos– que habita nuestras bocas. Por otro lado, también queríamos acercar la gente a la investigación. En los institutos explicaba que hago investigación porque me lo paso pipa en el laboratorio y porque además puede ayudar a las personas. Intentaba utilizar su lenguaje, hacerles ver que la ciencia puede ser divertida.
¿De dónde has tomado las muestras?
La selección de la muestra se ha hecho siguiendo criterios geográficos y poblacionales, con asesoramiento por parte de epidemiólogos del CREAL, otro de los centros en el PRBB. Han sido 41 poblaciones de menos de 30,000 o de más de 300.000 habitantes, tanto urbanas como rurales, con distinto poder adquisitivo, y desde grandes ciudades hasta pueblos muy pequeños.
Cuéntanos el procedimiento
Después de una charla introductoria, los estudiantes tenían que lavarse la boca, enjuagarse con 15 ml de PBS durante un minuto y devolver el líquido a un tubo Falcon. Éste se centrifugaba y la muestra se congelaba. Cada cuatro o cinco institutos, enviaba las muestras en una nevera de hielo seco al CRG. Asimismo, los estudiantes tenían que rellenar un cuestionario on line anónimo (pero ligado a su muestra) con más de 50 preguntas sobre su estilo de vida, ya que el objetivo del proyecto, además de obtener una lista de los microorganismos presentes en la boca de una persona, era saber por qué esa persona tiene esos microorganismos, averiguar si algo de lo que come, bebe o de su estilo de vida tiene algún efecto. La encuesta la hemos ido adaptando a medida que avanzaba el proyecto. Por ejemplo, tenían que decir si bebían agua del grifo, embotellada o filtrada, pero en algunos pueblos nos preguntaban qué debían poner si bebían agua del pozo, ¡cosa que no habíamos previsto!
¿Qué hace a este proyecto diferente?
Desde el punto de vista científico, hasta ahora la muestra más grande de microbioma bucal estudiada era de unos pocos cientos de individuos y se había centrado en las bacterias, mientras que en "Saca la lengua" también se mirarán los hongos. En cuanto a la parte ciudadana, a través de la web cualquier persona podía proponer hipótesis sobre cosas que podrían afectar el microbioma, algunas de las cuales han sido, de hecho, incorporadas al estudio. Además, también se podrá participar en el análisis de los datos a partir de septiembre de 2015.
¿Cuál es el lugar más impresionante donde has estado durante este viaje?
La sierra de La Culebra, en el norte de Zamora, con un paisaje precioso de bosques de pino negro. También destacaría el Rectoral de Ansemil, una casa rural en Celanova, Galicia, donde me hubiera quedado a vivir!!
¿Qué ha sido lo mejor de esta experiencia?
Poder mostrar a los investigadores como gente normal a los ojos de los estudiantes. Además, para mí ha sido una combinación de la biología de "bota" y de "bata": la biología del trabajo de campo y la del laboratorio, que a menudo parecen tan alejadas. Asimismo, demostrarme a mí mismo que podía hacerlo, hacer el viaje y conectar con la gente. ¡Ah, y que he salido en la revista Pronto!