Un equipo liderado por el CSIC y la Universidad de Valencia ha descubierto que una región poco estudiada de la proteína Spike del coronavirus SARS-CoV-2 no es una simple ‘ancla’ que sujeta a la proteína a la membrana del virus, sino que es clave para el proceso de infección.
Cada año miles de personas sufren intoxicación por metanol; entre dos y cuatro de cada 10 mueren, y quienes sobreviven a menudo padecen graves daños permanentes, como una ceguera total. La fuente de estos envenenamientos es insospechada para la mayoría: este producto puede estar presente contaminando las bebidas alcohólicas, sobre todo en los países en desarrollo. El riesgo afecta también a destinos turísticos muy populares.