Los entornos urbanos influyen directamente en la salud cardiovascular y metabólica. La presencia de zonas verdes, lagos, fuentes y espacios de ocio anima a la ciudadanía a moverse e interactuar. Sin embargo, el acceso a estos recursos no es igual para todos, lo que contribuye a que la obesidad sea más frecuente en grupos con menor nivel socioeconómico.
Los resultados respaldan las recomendaciones internacionales de vacunar a niños y niñas antes de los 16 años.