Como cada verano, nuestro planeta cruza los restos que ha dejado un cometa y sus pequeñas partículas generan ‘estrellas fugaces’ al chocar contra la atmósfera terrestre. Este año las mejores noches para verlas son las del 11 al 12 de agosto y la siguiente, del 12 al 13, cuando estos meteoros alcanzan su máximo y el tenue brillo de la luna no impide su observación. Se podrán contar hasta 50 en una hora.
Mil años antes de que naciera Pitágoras, en la Antigua Babilonia ya se trazaban triángulos y ternas pitagóricas para delimitar las tierras. Así lo confirma una pieza de arcilla de hace 3.700 años redescubierta en un museo de Estambul (Turquía) por un matemático australiano.
Durante la primera quincena de este mes se puede observar durante toda la noche a Saturno, que este 2 de agosto está en oposición respecto al Sol, y a Júpiter, saliendo por el este al anochecer y poniéndose por el oeste al amanecer.
Esta astrofísica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) está empeñada en observar un planeta extrasolar parecido al nuestro y, para poderlo ver, su sueño es desplegar un enorme ‘girasol’ en el espacio que oculte la cegadora luz de su estrella anfitriona. Es una de las aventuras en las que está embarcada y que cuenta en su último libro, Las luces más diminutas del universo, una historia de amor, dolor y exoplanetas.
Hace un siglo apareció el nombre de una desconocida astrónoma andalusí en la enciclopedia Espasa Calpe. Hoy su leyenda se extiende por internet, pero historiadores y arabistas insisten en que es una pura invención. No se ha encontrado ni un solo documento antiguo que acredite su existencia, aunque algunas pistas conducen a la Real Biblioteca de El Escorial.
Trasladando el piano, el arpa y los instrumentos de percusión hacia el centro del escenario y llevando los clarinetes, trompetas y flautas a las orillas, más cerca de las rejillas por donde se renueva el aire, se puede reducir la concentración de aerosoles en los conciertos, junto a la siempre necesaria buena ventilación. Investigadores de la Universidad de Utah (EE UU) lo han comprobado con modelos computacionales.
Revisando datos de un proyecto sobre energía oscura se ha descubierto un enorme cometa denominado C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein). Tiene entre 100 y 200 km de diámetro y en 2031 se acercará al Sol a una distancia un poco mayor que a la que está Saturno, desde donde volverá a los confines del sistema solar.
La disponibilidad relativa de agua en las atmósferas de Venus y la mayoría de los planetas del sistema solar es tan baja que no podrían vivir ni los organismos adaptados a los ambientes más extremos de la Tierra. Solo lugares excepcionales como la masa nubosa de Júpiter abren esa posibilidad, aunque existen factores limitantes como la disponibilidad de nutrientes y la radiación, según un estudio europeo con participación española y de la NASA.
Investigadores británicos y alemanes han demostrado por primera vez en el laboratorio la sensibilidad magnética de una proteína de los ojos de las aves migratorias que, al desencadenar efectos cuánticos, podría ayudarlas a orientarse utilizando el campo magnético de la Tierra.
Las noches estivales invitan a buscar cielos oscuros y dirigir nuestra mirada hacia las estrellas y los planetas. En 2021 se podrá observar a simple vista a Júpiter, Saturno, Venus, Marte e incluso Mercurio si el horizonte está despejado, y la lluvia de las perseidas se verá especialmente bien. La Luna, las constelaciones y la franja blanquecina de nuestra Vía Láctea completarán el espectáculo astronómico.