Paleontólogos que se autodenominan 'paleoveterinarios' analizan huellas patológicas en restos fósiles de titanosaurios para conocer su fisiología y sus hábitos. Gracias a las nuevas tecnologías médicas se pueden explorar, por ejemplo, las vértebras de las colas de estos gigantes desaparecidos y especular con que algunas enfermedades inflamatorias podían deberse a las posturas durante la cópula.
Los fósiles de la columna lumbar, hallados en el yacimiento sudafricano de Malapa, resuelven un debate de décadas al demostrar que los primeros homínidos usaban las extremidades superiores para trepar como simios y las inferiores para caminar como humanos.
Investigadores de la UNED han participado en la descripción de varias vértebras halladas en el yacimiento de Lo Hueco (Cuenca) que se corresponderían con una nueva especie de lagarto del Cretácico Superior, emparentado con los reptiles varanoideos. Lo peculiar del animal, de unos tres metros de largo, es que se trata de un lagarto terrestre, aunque pertenece a un grupo con hábitos marinos. Dentro de este grupo podría encontrarse el ancestro de las serpientes, lo que reforzaría la idea de un origen no marino para estas.