Hablar de cilindros de laminación puede parecer una peculiar forma de cortejo entre ingenieros. Pero si el asunto trata de cómo está evolucionando desde Asturias la tecnología que está detrás de casi todos los objetos de acero que utilizamos, quizá no sea un tema tan lejano. El acero que compone desde una lata de refresco hasta las vigas de un edificio, oleoductos, coches o electrodomésticos ha pasado por un proceso de laminado. Y muchos de los “rodillos” que permiten fabricar el acero laminado en acerías de todo el mundo han salido de los talleres de Fundición Nodular, empresa fundada en Lugones en 1956 con una clara vocación exportadora y volcada en la innovación desde sus inicios.