Una investigación de la UAB demuestra que utilizar CO2 en lugar de ácido clorhídrico en las piscinas reduce los compuestos nocivos presentes en el aire, manteniendo la eficacia como reductor del pH del agua. Además, el CO2 tiene ventajas ambientales, dado que su uso en el agua reduce el balance de emisiones de gas de efecto invernadero y el agua de renovación, una vez desechada al medio, es menos nociva para los organismos. La investigación ha sido publicada en la revista Chemosphere.