A diferencia de sus parientes terrestres, que usan la glucosa como fuente de energía, los espermatozoides del delfín metabolizan ácidos grasos para permitir su motilidad y adquirir la capacidad de fecundar al óvulo. Así lo ha demostrado un estudio de científicos españoles.
Investigadores de Cataluña han desvelado el papel de la histona BigH1 en la formación de células sexuales masculinas a partir de células madre. Este trabajo, llevado a cabo en moscas de la fruta, abre una vía para entender la infertilidad masculina. Publicado en Cell Reports, el trabajo arroja luz sobre los mecanismos con los que las histonas regulan el proceso que siguen las células madre para dar lugar a células diferenciadas.
Un estudio internacional liderado por la Universidad de Granada demuestra que dos genes con funciones muy importantes durante el desarrollo embrionario del testículo, denominados Sox8 y Sox9, son los responsables de que se mantenga el testículo en el animal adulto y, si se eliminan, provocan que algunas de sus células cambien de masculinas (testiculares) a femeninas (ováricas).
Un equipo de investigadores japoneses ha utilizado tejido de testículo criopreservado de roedores recién nacidos para obtener descendencia por primera vez. Los autores creen que esta técnica será útil para que los niños supervivientes de cáncer, sometidos a terapias antitumorales que provocan infertilidad, puedan ser padres en el futuro.
Un estudio estadounidense establece por primera vez que sólo el 8% de las personas en edad adulta desarrollan un segundo cáncer como consecuencia de un tratamiento con radioterapia. Los resultados, que se publican hoy en la revista The Lancet, sugieren que, en la mayoría de casos, su aparición se debe a factores genéticos y al estilo de vida.