Una investigación de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona indica que el consumo de fruta modula la funcionalidad del organismo de manera diferente si se come en la época del año que corresponde o fuera de temporada. Por ejemplo, el equipo ha demostrado en ratas que comer cerezas puede alterar el reloj molecular del tejido adiposo si no se hace en su estación.
Las lluvias en marzo y junio disminuyen en España, pero aumentan las de octubre.