Los tejados lisos e inclinados pueden captar hasta un 50% más agua de lluvia y de mejor calidad que los planos con grava. Son las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en el que proponen incorporar sistemas de captación de aguas pluviales al planeamiento urbanístico. Este recurso se podría aprovechar para regar calles y jardines, lavar suelos o vehículos y rellenar las cisternas.
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