Con datos del experimento ATLAS del gran colisionador de hadrones del CERN, científicos del Instituto de Física Corpuscular (Valencia) han coordinado una investigación que logra mejorar en más de un 50% los análisis para buscar nuevos bosones de Higgs en el LHC. Si se encuentran, sería un espaldarazo para la teoría de la supersimetría, donde para cada partícula conocida se propone otra nueva más pesada.
Los dos grandes experimentos del gran colisionador de hadrones del CERN han presentado esta semana los resultados de 2015, que han despertado grandes expectativas entre los científicos. El pequeño exceso detectado en una desintegración de difotones podría ser una simple fluctuación estadística, pero también una nueva partícula que revolucione los pilares de la física, sobre todo si es un gravitón.
Investigadores del Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) han completado un estudio con datos del experimento ATLAS que busca materia oscura en el gran colisionador de hadrones (LHC). Para ello han utilizado 'monojets', un tipo de sucesos producido en las colisiones de alta energía del acelerador del CERN que revelaría la producción de las partículas WIMP, una de las propuestas para formar materia oscura.
Después de 180 días en marcha y 400 trillones de colisiones entre protones, el ciclo de funcionamiento del LHC en 2011 llegó a su final a las 17:15 horas del 30 de octubre. En su segundo año de operaciones, el equipo ha superado ampliamente sus objetivos, incrementando constantemente la velocidad a la que el LHC ha proporcionado los datos a los experimentos.
El mayor acelerador de partículas del mundo registra 70 billones de colisiones en lo que va de año, abriendo la puerta al descubrimiento de “nueva física”. Que haya logrado este hito en tres meses de funcionamiento revela su magnífico funcionamiento, según los científicos del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN). Los resultados se presentarán en congresos científicos este verano.