Cada una de las células de nuestro cuerpo tiene la capacidad potencial de morir por un programa de muerte celular conocido como apoptosis. Las células en los organismos multicelulares contienen, como los ordenadores modernos, muchos programas que están llenos de códigos que una vez usados en una determinada tarea se convierten en una rutina irrelevante que nadie necesita. La apoptosis o suicidio celular, por ejemplo, se usa de forma regulada para eliminar la saturación de información innecesaria. Disfunciones en la regulación o ejecución del programa de suicidio celular están en el origen de un gran número de anormalidades del desarrollo y enfermedades humanas.
La diabetes es la causa más frecuente de insuficiencia renal que requiere diálisis. En dicha enfermedad las células del riñón se suicidan al estar inmersas en un ambiente hostil, lo que causa la pérdida progresiva de la función renal. Un grupo del Departamento de Medicina de la UAM ha estudiado las causas y consecuencias del suicidio de las células renales.