Al estudiar la configuración de la litosfera en el sur de la península ibérica, un equipo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que el manto litosférico situado bajo los márgenes continentales es más delgado de lo que se pensaba. Los resultados se publican en Nature y abren la vía para la elaboración de normativa sísmica, para el levantamiento de edificios y otras infraestructuras.
El movimiento de las placas tectónicas se debe a la subducción o hundimiento de una placa bajo otra por diferencias de densidad, según la teoría más aceptada. Pero según un modelo de investigadoras del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) ese movimiento podría ser espontáneo, originado por la dinámica interna del manto. El nuevo enfoque plantea que la simetría y los cambios bruscos de viscosidad con la temperatura podrían estar influyendo.
En su lento pero incesante movimiento sobre la superficie del globo terrestre, los continentes que han existido a lo largo de la historia geológica han dejado un amplio registro de sus interacciones mutuas sobre el sustrato rocoso en el que vivimos. De entre todas ellas destaca la unión de todos los continentes en uno solo, denominado Pangea, hace aproximadamente 300 millones de años. Geólogos de la Universidad de Salamanca y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han hallado evidencias directas del choque entre Gondwana y Laurasia durante los albores del ensamblaje del supercontinente.