El sismómetro instalado en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc en Huesca registró las ondas sísmicas generadas por la energía de las olas del huracán Sandy, que afectó a Nueva York en octubre de 2012, una vez que se transfirieron al fondo oceánico. Un científico español, que ha analizado el origen de las vibraciones captadas por el sensor, muestra cómo estos aparatos pueden detectar también las vibraciones provocadas por tormentas lejanas, crecidas de ríos o mareas terrestres, además de terremotos.