Investigadores españoles han demostrado cómo reducir a la mitad el tiempo de sueño nocturno, aunque sea una sola noche, afecta negativamente a la formación de nuevas memorias. La recuperación del sueño perdido en la noche siguiente revierte dichos efectos.
Un nuevo estudio observacional del hospital universitario de Lausana (Suiza) señala que la frecuencia de las siestas influye en la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular. El descanso ocasional se vincula con una reducción del 48 %.
Un nuevo estudio, realizado por investigadores españoles, establece que las siestas de más de una hora se asocian con una mayor prevalencia de diabetes tipo 2, más perímetro de la cadera y valores más altos de grasa en el cuerpo.
Media hora de sueño ayuda a los menores de un año a asentar los conocimientos. Experimentos llevados a cabo en Alemania revelan que los niños que disfrutan de este pequeño descanso no solo retienen mejor la información, sino que la recuerdan 24 horas más tarde.
Una hora de sueño durante el día mejora la memoria y el aprendizaje de los preescolares. Los resultados de un estudio en EEUU señalan que este descanso es un factor importante para consolidar conocimientos en las primeras etapas de la educación.
Unos hábitos de estudio exitosos deberían incluir muchas siestas. Así lo indica un nuevo estudio, que hoy publica la revista Current Biology en su edición online, y que muestra cómo las personas que duermen una siesta y sueñan con una tarea que acaban de aprender la realizan mejor cuando despiertan que aquellas que no duermen nada o que duermen pero no tienen ningún sueño asociado.