Las ranas venenosas macho, protagonistas de #Cienciaalobestia, transportan a sus renacuajos a sus espaldas hasta charcas más seguras. Un experimento demuestra que solo el contacto de las crías con las espaldas de ranas adultas –sean o no sus padres o incluso hembras– impulsa esta conducta protectora.
Las ranas venenosas de colores del Amazonas deben su gran diversidad a ancestros que llegaron en varios viajes a esta región desde los Andes en los últimos siete millones de años. Investigadores de la Universidad de Texas (Estados Unidos) presentan en PLoS Biology el primer estudio que atribuye a las montañas andinas el origen de las ranas amazónicas.