El rendimiento de las pilas de combustible fabricadas con la bacteria Shewanella aumenta considerablemente cuando se recubren sus membranas con nanopartículas de plata, lo que potencia la transferencia de electrones hacia electrodos de grafeno. Investigadores de la Universidad de California (EE UU) acaban de presentar el avance.
Con un núcleo de arseniuro de indio y superconductores de aluminio en sus polos, investigadores del País Vasco e Italia han fabricado una pila que puede resultar clave para algunas tecnologías cuánticas. Genera una supercorriente que no es inducida por un voltaje, como en las pilas clásicas, sino por una diferencia de fase en el circuito cuántico.
Investigadores de la Universidad de Huelva han mejorado algunos de los componentes de la pila de combustible, que produce energía a partir de hidrógeno. El objetivo es simplificar la tecnología, mejorar sus prestaciones, economizar costes y facilitar su introducción en el mercado como la alternativa ecológica a los motores de combustión.
El Departamento de Energía de EEUU ha marcado una meta de potencia para las pilas de combustibles a cumplir en 2017, pero investigadores de la UNED ya lo han conseguido. El secreto es un nuevo método de fabricación desarrollado y patentado por el equipo español para uno de sus componentes.
Electrospray de partículas catalíticas y depósito nano-estructurado (a diferentes escalas).
Uno de los proyectos desarrollados en la Fundación Hidrógeno es un vehículo kart que se mueve alimentado por una pila combustible.