Los peces payaso y las anémonas de mar viven en constante simbiosis con unas microalgas. Las tres especies obtienen las unas de las otras protección frente a los depredadores y alimento. Pero esta asociación también puede ser perjudicial cuando aumenta la temperatura del agua y desaparecen las algas, esenciales para la supervivencia de las anémonas que terminan blanqueándose y estresando a los peces. Este fenómeno podría reducir sus poblaciones a largo plazo.
Cuando la hembra de pez payaso desaparece del seno familiar, compuesto por la madre, el padre y las crías, el macho, protagonista de #Cienciaalobestia altera sus niveles de hormonas para transformarse en una hembra y restaurar el equilibrio para la supervivencia de las poblaciones. Así lo afirma un estudio que ha analizado las alteraciones que se producen a nivel molecular en respuesta a condiciones ambientales cambiantes.