Los pollos de los petreles abandonan el nido de noche, pero los primeros vuelos de estas aves marinas hacia el mar se ven entorpecidos por la luz de las ciudades. Muchos colisionan o caen al suelo donde son vulnerables a atropellos y predadores. Ahora, un estudio ha evaluado el impacto de la contaminación lumínica en tres especies de petreles en las islas Baleares, incluyendo a la pardela balear, el ave marina más amenazada de Europa, y concluye que entre el 30 y el 47% de las colonias están expuestas a niveles altos de contaminación lumínica.