Las antiguas poblaciones de panda del sur de China tenían una dieta más variada que los pandas actuales, ya que pudieron haberse alimentado de carne y otras plantas a parte del bambú, según una investigación liderada por la Academia China de Ciencias que han estudiado fósiles hallados en diferentes yacimientos.
Un equipo de investigación que lleva años estudiando los hábitos de los pandas gigantes ha dotado a cinco animales de esta especie con collares GPS para conocer sus rutinas diarias. Los resultados del trabajo, dirigido desde la Universidad Estatal de Michigan (EE UU), indican que los pandas tienen habitos fuera de lo común, ya que sus picos de actividad diaria son tres: mañana, tarde y medianoche.
El estómago de los pandas no está adaptado para una dieta casi exclusiva de bambú. Un equipo internacional de científicos ha seguido a estos animales con tecnología GPS para saber cómo sobreviven con esta alimentación. Sus conclusiones indican que un gasto bajo de energía y la hormona de la tiroides permiten a estos osos, de aspecto carnívoro, masticar bambú todo el día.
Las nuevas crías suponen un éxito para los planes de conservación de especies en peligro de extinción. En la obtención de semen y en la inseminación artificial de la madre han participado Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), personal técnico del Zoo de Madrid y del Centro de Cría de Panda Gigante de Chengdu (China).