Una dieta rica en pescado o elevada en omega 3 modula la concentración de los lípidos transportados hacia las células, lo que reduce las probabilidades de que se forme arteriosclerosis, es decir, endurecimiento de las arterias. Así concluye un estudio con más de 26.000 mujeres, el más exhaustivo realizado hasta el momento.
El riesgo de desarrollar síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) durante la infancia podría verse modulado por la dieta de la madre durante el embarazo. Así concluye un nuevo estudio, liderado por investigadores españoles, que revela que cuanto mayor es la proporción de omega-6 con respecto a la de omega-3, mayor es el riesgo de mostrar síntomas de TDAH a los 7 años.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han demostrado que la acumulación de un ácido graso omega-3 en la pared arterial está relacionada con cambios en la producción de factores que regulan la función vascular.
Científicos de la Universidad de Granada señalan que el consumo de ácido fólico y aceite de pescado, administrados de forma no simultánea durante la gestación, tiene efectos positivos sobre la atención en el niño a los 8,5 años, ya que mejora las funciones ejecutivas, la alerta y la orientación. Estos efectos disminuyeron cuando dicha suplementación se tomó a la vez que el omega-3.
La dieta suplementada con omega-3 ejerce efectos cardioprotectores cuando los animales de experimentación presentan factores de riesgo cardiovascular. Sin embargo, en animales sanos no se han encontrado modificaciones en la mayoría de los parámetros estudiados. Los resultados se publican en la revista PLoS ONE.
Científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación han añadido a la dieta de las ovejas una fuente de ácidos grasos poliinsaturados procedente de semilla de lino. El resultado es una leche y un queso con menos contenido en colesterol, un avance que demandan muchos consumidores.
Investigadores de la Universidad de Salamanca han diseñado y patentado cepas del hongo Ashbya gossypii para que acumulen grandes cantidades de aceite. Después, se puede obtener de este aceite un producto muy valioso para la industria alimentaria: ácidos omega-3.
El pan puede contener hasta un 10% de semillas de chía. / Ester Iglesias & Monika Haros
Las semillas de chía son ricas en omega-3 y compuestos antioxidantes. / Loreto Muñoz et al.
Desde este año se permite incluir hasta un 10% de semillas de chía en el pan, los cereales del desayuno y las bolsas de frutos secos que se comercializan en la Unión Europea. Los granos de esta hierba, que desde hace siglos consumen los pueblos centroamericanos, son ricos en omega-3, fibra, proteínas, antioxidantes, vitaminas y minerales.