La rana Gardiner, endémica de las islas Seychelles, es una de las ranas más pequeñas del mundo y carece de oído medio y tímpano, sin embargo, puede croar y escuchar a sus congéneres. El misterio de cómo lo hace ha sido resuelto por un equipo internacional de investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica francés. Con un estudio de rayos X han demostrado que estas ranas utilizan su cavidad oral y los tejidos blandos y óseos para transmitir el sonido al oído interno.
Traumatismos, infecciones o alteraciones congénitas son algunas de las causas que provocan deficiencias en la transmisión del sonido en el oído medio humano. Esta cavidad conecta la membrana timpánica con la ventana oval y está formada por elementos osiculares (los tres huesecillos: martillo, yunque y estribo) ligamentos y tendones, encargados de transmitir las vibraciones sonoras hacia el oído interno. Cuando estos daños u otros procesos patológicos producen una disminución del nivel auditivo común, la denominada hipoacusia, una prótesis puede sustituir la función de los huesecillos y reestablecer la audición.