La extendida creencia de que la dopamina regula el placer puede pasar a la historia ante los últimos avances científicos sobre la función que cumple este neurotransmisor y que demuestran que lo que regula es la motivación. Hace que los individuos se pongan en marcha y perseveren para conseguir algo, ya sea positivo o negativo. Expertos de la Universitat Jaume I de Castellón plantean un cambio de paradigma con importantes aplicaciones médicas.