Una expedición internacional ha conseguido localizar a 3.008 metros de profundidad, y en muy buen estado de conservación, los restos del navío con el que Ernest Shackleton trató de cruzar la Antártida a principios del siglo XX. Tras quedarse la embarcación atrapada en el hielo, su hundimiento propició una de las misiones de rescate más increíbles del siglo pasado.
Una investigadora de la Universidad de Alicante dirige un proyecto de arqueología subacuática que ha recuperado, catalogado y fotografiado más de 8.000 piezas de la fragata turca Ertuğrul, hundida en Japón en 1890 a su regreso de una misión diplomática. Entre el material encontrado, hay piezas de porcelana japonesa, frascos de perfume, restos de instrumentos musicales y utensilios domésticos.
El 1 de septiembre de 1985 los oceanógrafos Robert Ballard y Jean-Louis Michel hallaban el pecio del Titanic. / Sinc