Tras seis años de investigaciones, el Grupo de Biología y Fisiología Larvaria de Peces del Instituto de Investigaciones Marinas ha desarrollado una técnica de cría en cautividad del caballito de mar narizón (Hippocampus guttulatus) con la que ha obtenido, por primera vez, supervivencias superiores al 80% y ejemplares el doble de grandes que los del medio natural.