Nuevas tecnologías como por ejemplo la nanobioingeniería y la funcionalización de superficies han hecho posible que los pacientes que acuden a la consulta de odontología para un implante dental puedan volver a su casa pocas horas después con los nuevos implantes y los nuevos dientes colocados, y con la posibilidad de recuperar el movimiento y la fuerza maxilares en una o dos semanas.