Un estudio en ratones muestra que el consumo prolongado de alimentos altamente calóricos y apetecibles, como las chocolatinas, provoca cambios en la plasticidad y el funcionamiento del núcleo accumbens del cerebro. Estas alteraciones tienen un fuerte efecto sobre las conductas alimentarias y están mediadas por la activación de células inmunitarias y procesos inflamatorios en esta región cerebral. Los resultados de la investigación señalan nuevas vías para tratar la obesidad.
Salvo casos aislados, todo el mundo disfruta al oír música. Ahora, un grupo internacional de investigadores ha dado un paso más allá y ha descubierto que una parte del cerebro, el núcleo accumbens, podría ser la responsable de la sensación de placer que los humanos experimentan cuando escuchan alguna melodía por primera vez.
Muchos comportamientos humanos están condicionados por mecanismos de recompensa y castigo, aunque cada persona actúa de forma diferente ante estos estímulos. De hecho, existen personas que tienen más tendencia a buscar recompensas o placeres y en cambio otras muestran tendencias más fuertes a evitar pérdidas o acontecimientos negativos en la vida.
Los investigadores colocaron electrodos en el cerebro para estimular el núcleo accumbens.