El movimiento colectivo de las grandes multitudes puede predecirse a partir de cierta densidad de personas en una zona determinada, según un estudio publicado hoy en la revista Nature. Los resultados, basados en cuatro años de observaciones de esta fiesta tradicional española, ofrecen información que anticiparía el comportamiento peligroso de las aglomeraciones en entornos confinados y evitaría accidentes.
Este tipo de caos masivo se ha observado en los últimos desastres multitudinarios, como el de la peregrinación a la Meca en 2006, o la avalancha del Love Parade en Duisburg (Alemania) en 2010.
Los patrones de movimiento de los viandantes en multitudes, tales como conciertos y procesiones, o paradas intermitentes del tráfico y movimientos caóticos en atascos, surgen normalmente de forma espontánea. Un equipo europeo ha diseñado un modelo basado en la ciencia cognitiva –estudio de la mente humana– que podría servir de ayuda a los ingenieros que diseñan las rutas de evacuación de grandes multitudes durante desastres.