El glioblastoma multiforme es la forma más frecuente de cáncer cerebral. Se trata de un tipo de cáncer de extrema gravedad, ya que, una vez diagnosticado, la supervivencia del paciente suele ser de apenas un año. De hecho, no se conoce la causa ni la forma de prevenirlo. Además, la evolución de los pacientes que sufren esta enfermedad casi no ha cambiado en 40 años, al contrario que ocurre con otros cánceres como, por ejemplo, la leucemia infantil, en cuyo caso las posibilidades de superarla han crecido drásticamente.