Una de cada cinco personas en Europa sufre dolor crónico. Para su tratamiento, un nuevo estudio indica que es más adecuado administrar metadona en lugar de morfina. Los resultados revelan la importancia de potenciar nuevas alternativas terapéuticas que aprovechen la eficacia de los opiáceos y eviten los efectos secundarios derivados de la tolerancia y la adicción.
Científicos de la Universidad de Granada han participado, junto con el laboratorio Esteve, en el desarrollo de un nuevo fármaco que multiplica el efecto analgésico de los opioides sin incrementar el estreñimiento, uno de los efectos secundarios más frecuentes de estos medicamentos, entre los que se encuentra la morfina.
Investigadores franceses del Instituto de Farmacología Molecular y Celular aseguran que dos toxinas halladas en el veneno de la serpiente mamba negra son capaces de aliviar el dolor con efectos analgésicos tan potentes como los de la morfina.
Un equipo internacional de científicos ha descrito la estructura tridimensional del receptor ‘mu opioide’. Esta molécula activa la respuesta del sistema nervioso central a la acción del opio y sus derivados, como la morfina y la codeína. Su descripción podría facilitar el diseño de nuevos fármacos para el tratamiento del dolor y de la adicción.
Un nuevo estudio revela las dos enzimas necesarias para la síntesis de la morfina en las plantas. La investigación, publicada esta semana en la revista Nature Chemical Biology, hará posible una mayor producción de este importante analgésico y de las sustancias químicas relacionadas.