Investigadoras del Observatorio de Leiden (Países Bajos) han detectado por primera vez dimetil éter en un disco en el que se forman planetas. Esta molécula de nueve átomos, la más grande identificada en este entorno hasta ahora, puede ser precursora de otras esenciales para la vida.
Científicos del Centro de Astrobiología y otros centros europeos han encontrado, en una región de formación de estrellas parecidas a nuestro Sol, un ingrediente químico básico para la vida: el isocianato de metilo. El descubrimiento se ha logrado gracias al observatorio ALMA y puede ayudar a comprender mejor cómo surgió la vida en la Tierra.