En la división celular los microtúbulos funcionan como largas ‘sogas’ de nanómetros de grosor dentro de las células, que tiran de los cromosomas para que cada célula hija se quede con una copia del material genético. El trabajo de un equipo científico español sienta las bases de futuros avances en el tratamiento de enfermedades que van desde el cáncer a los trastornos del neurodesarrollo.
Un estudio del CSIC describe el mecanismo que controla la destrucción de células extrañas (por ejemplo bacterias), mediada por los linfocitos T. El trabajo relaciona este efecto con la creación de una red de microtúbulos especializados en el interior de dicha célula inmunitaria.