El mango es una de las alternativas más interesantes al aguacate y al chirimoyo, los otros dos cultivos tropicales más extendidos en Andalucía. Por ello, investigadores de la Universidad de Málaga, Universidad Pública de Navarra y la Estación de La Mayora (CSIC) han iniciado un estudio integral de este fruto para aportar soluciones a dos enfermedades: la necrosis apical (del brote) y la malformación del mango.