Los niveles de metano atmosférico en Marte varían según las estaciones, con máximos a finales del verano en el hemisferio norte y del invierno en el sur, según confirman las mediciones realizadas por el vehículo Curiosity en el cráter Gale durante cinco años. La fuente de este gas, que en la Tierra producen habitualmente los seres vivos, sigue siendo un misterio, aunque se podría estar liberando desde cristales hidratados del subsuelo marciano. El rover también ha encontrado restos de materia orgánica en rocas de hace 3.000 millones de años.
Una investigación de la Universidad del País Vasco ha puesto en evidencia que la escasez de agua, debido al cambio climático, y la presencia de plantaciones de eucaliptos están alterando el metabolismo de los sistemas acuáticos. El estudio también destaca que la actividad humana está produciendo cambios en los ciclos de nutrientes en el mundo.
Una planta piloto de depuración, desarrollada por la Universidad Autónoma de Barcelona y la empresa municipal Aguas de Manresa, genera productos de valor añadido simultáneamente al proceso de depuración. La tecnología mejora el tratamiento al tiempo que extrae fósforo y materiales para la fabricación de bioplásticos.
Las cenizas volcánicas de la erupción del Etna que se produjo en marzo de 2012 y el frío intenso del invierno anterior desencadenaron el crecimiento repentino y masivo de fitoplancton en la cuenca de Yerápetra, una fosa abisal de 4.430 metros de profundidad, uno de los ambientes marinos menos productivos del Mediterráneo oriental. Según el estudio, fue el mayor flujo de materia orgánica de las últimas décadas.
Las 800 muestras de agua recogidas en todos los océanos durante la circunnavegación del buque Hespérides en el marco de la expedición Malaspina han permitido ahondar en el conocimiento de la bomba microbiana de carbono, un mecanismo con el que el océano almacena carbono procedente de la actividad humana. Según un estudio, algunas moléculas orgánicas halladas en las profundidades que reemiten la luz en forma de fluorescencia pueden contribuir a mitigar el efecto invernadero.
Muestra de polvo de roca extraída por el taladro del rover Curiosity. / NASA/JPL-Caltech/MSSS
La NASA acaba de confirmar por primera vez que en el suelo marciano hay compuestos orgánicos. Se trata de clorobenceno y otras moléculas con carbono y cloro, según ha detectado el vehículo Curiosity taladrando en la superficie del planeta rojo. Las sustancias están libres de contaminación terrestre y parece que no las ha generado el propiro rover: son realmente marcianas. Ahora habrá que investigar si su origen es volcánico, hidrotermal, atmosférico, meteorítico o biológico.