Las 800 muestras de agua recogidas en todos los océanos durante la circunnavegación del buque Hespérides en el marco de la expedición Malaspina han permitido ahondar en el conocimiento de la bomba microbiana de carbono, un mecanismo con el que el océano almacena carbono procedente de la actividad humana. Según un estudio, algunas moléculas orgánicas halladas en las profundidades que reemiten la luz en forma de fluorescencia pueden contribuir a mitigar el efecto invernadero.
La expedición Malaspina es el mayor proyecto interdisciplinar de la historia sobre cambio global. / CSIC.
Tres años después de que el buque Hespérides regresara a España culminando la vuelta al mundo de la expedición Malaspina, los científicos tienen una idea cada vez más clara sobre cómo funciona el océano global y cuál es su estado de salud. En concreto, la entrada de contaminantes procedentes de la atmósfera no se limita a las zonas costeras, sino que se produce también en las zonas más remotas del planeta y ya ha empezado a afectar al ecosistema oceánico.
Además de la ya conocida acumulación de basura plástica del Pacifico Norte, los científicos han comprobado la existencia de acumulaciones similares en el centro del Atlántico Norte, el Pacífico Sur, el Atlántico Sur y el Océano Indico. / CSIC
Un estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha generado la primera base de datos de flujos de deposición atmosférica de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs, por sus siglas en inglés) en el mar. Los resultados del trabajo, englobado dentro del proyecto Malaspina, han sido publicados en la revista Enviromental Science and Technology.
Con un stock estimado hasta ahora en 1.000 millones de toneladas, los peces mesopelágicos –que viven hasta unos 1000 metros de profundidad– dominan la biomasa total de peces en el océano. Sin embargo, un equipo de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que su abundancia podría ser al menos 10 veces superior.
Los científicos españoles Carlos Duarte y Josep Mª Gasol, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, han presentado esta mañana los resultados preliminares del proyecto Malaspinomics, que tiene como objetivo secuenciar las muestras de microorganismo recogidas en las aguas profundas del Atlántico, el Índico y el Pacífico por la expedición Malaspina.
El retrato ilustrado de Alejandro Malaspina junto al del jefe indio Catiguala, antiguos instrumentos náuticos frente a moderna tecnología científica, como la gran roseta oceanográfica, además de instalaciones artísticas sobre el cambio global y la biodiversidad de los océanos. Estos son algunos de los contenidos de la exposición España Explora - Malaspina 2010, que desde el 2 de febrero hasta el 1 de abril de 2012 se podrá admirar en el Real Jardín Botánico de Madrid.
Los científicos de la expedición Malaspina, que ha completado su quinta etapa, han registrado en las aguas de una región del Pacífico sur la mayor transparencia medida hasta el momento a 200 metros de profundidad. La razón: existe poca materia orgánica disuelta y fitoplancton.