Dos estudios aportan nuevas perspectivas sobre el cromosoma Y. Rastreando la historia de Y en quince mamíferos, los científicos han deducido que tiene muchas más funciones que formar los testículos o producir esperma. Podría ser responsable de que hombres y mujeres tengan distinta susceptibilidad a ciertas enfermedades. También aseguran que, durante su evolución, Y conservó un pequeño conjunto de genes que han permitido la persistencia del sexo masculino.
Científicos de la Universidad del País Vasco descubren indicios de 'feminización' de peces macho en los estuarios de Gernika, Arriluze, Santurtzi, Plentzia, Ondarroa, Deba y Pasaia. Los primeros casos (2007-2008) se detectaron en Urdaibai, y los últimos datos confirman que también se están dando en otros estuarios. Los contaminantes que actúan como estrógenos son los causantes de dicho fenómeno.
Un estudio norteamericano, publicado en la revista PNAS, demuestra que la exposición a un compuesto químico (bisfenol A) altera algunos rasgos sexuales de ratones ciervo machos y dificulta su capacidad para encontrar pareja. Los investigadores creen que los humanos también podrían ser vulnerables a este compuesto usado en la fabricación de algunos plásticos. Desde inicios de junio, la Unión Europea prohíbe la importación y venta de productos que contengan esta sustancia.
Hasta ahora se desconocía si los machos de avutarda común (Otis tarda), un ave emblemática en España y amenazada a escala mundial, transmiten información sobre su peso, tamaño, y edad a través de su plumaje. Un estudio demuestra por primera vez que las ‘barbas’ y el diseño del cuello son indicadores “fiables” del peso y la edad de sus portadores, y sirven a la vez para evitar peleas con competidores y atraer a las hembras.
Ejemplar de la especie de mariposa Bicyclus anynana.
Dos ranas macho apareándose.