Al recubrir los huecos de las canteras de las que se extrae el mármol con sus propios residuos renacen plantas con las que se mejora el impacto visual de la zona. Así lo revelan investigadores de la Universidad de Almería que han conseguido que en las explotaciones mineras de Macael y algunas parcelas de Aznalcóllar afectadas por el vertido de tóxicos de hace casi 20 años vuelvan a crecer distintas especies vegetales.
Los emperadores romanos solían veranear en la ciudad de Baia, cerca de Nápoles, pero con el paso del tiempo gran parte de sus lujosas villas quedaron sumergidas bajo el mar. Ahora investigadores italianos y españoles han aplicado técnicas de microscopia y geoquímicas para confirmar que los mármoles que pavimentaban sus edificios procedían de Carrara y otras canteras de Turquía y Grecia, una información valiosa para arqueólogos e historiadores.
Una nueva metodología, probada por investigadores de la Universidad de Jaén, ofrece a las empresas de cantería una herramienta para determinar la calidad de la piedra en la propia zona de explotación minera, previa a su compra.
La estatua de Zeus ubicada en el templo de Olimpia, en la antigua Grecia, era una de las siete maravillas del mundo antiguo. A pesar de la oscuridad del santuario, la imagen contaba con cierta iluminación, que hacía visible su rostro (situado a unos doce metros de altura) al ojo humano. Un estudio dirigido por la Universidad Complutense de Madrid revela que esta luz era de origen natural y provenía del techo del templo, construido con dos tipos de mármol.
Dotar de valor añadido al mármol que se extrae de las canteras almerienses de Macael para embellecerlo y mejorar propiedades como la absorción e impermeabilidad es el objetivo de un proyecto de investigación que se está desarrollando en la Universidad de Almería. Con ello, no sólo se incrementaría su precio de venta sino que se daría salida a uno de los problemas a los que se enfrentan las empresas que se nutren de esta indrustria: rentabilizar los excedentes de piedra que producen las canteras.
Un estudio hispanoalemán muestra la posibilidad de establecer controles de durabilidad en los edificios de nueva construcción, preservar el patrimonio histórico y abordar con más garantías su restauración. La investigación ofrece, además, la posibilidad de determinar la calidad de los mármoles y su origen (su “huella digital”). En el estudio colaboran las universidades de Granaday de Gottinguen (Alemania).