Investigadores de la Universidad de Granada lideran un proyecto internacional, llamado GOLETA, donde analizarán las propiedades eléctricas del manto terrestre profundo bajo el continente helado. El trabajo ayudará a conocer mejor los procesos de hielo y deshielo que condicionan las variaciones del nivel del mar a escala global.
La corteza de Venus presenta un espesor de entre 20 y 25 km, que aumenta en las tierras altas, como las mesetas y los grandes macizos volcánicos, hasta los 100 km, según revela un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid. Con datos de la sonda Magallanes, los científicos han averiguado cómo varía por regiones la estructura de la litosfera de este planeta.
Al estudiar la configuración de la litosfera en el sur de la península ibérica, un equipo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que el manto litosférico situado bajo los márgenes continentales es más delgado de lo que se pensaba. Los resultados se publican en Nature y abren la vía para la elaboración de normativa sísmica, para el levantamiento de edificios y otras infraestructuras.
Hasta ahora se pensaba que los movimientos de subducción y las dorsales oceánicas estaban relacionados con el avance de las placas tectónicas. Ahora, una investigación estadounidense, publicada en Nature, revela que otro fenómeno interviene en esta dinámica: las denominadas como ‘plumas del manto’.
El manto litosférico actual de la Península Ibérica, situado entre los 30 y los 150 kilómetros de profundidad, nació hace 290 millones de años por los movimientos de las placas tectónicas que tuvieron lugar en aquel momento, cuando el territorio actual de España y Portugal ocupaba el centro de Pangea. Un equipo internacional demuestra esta teoría en la revista Geology.