Investigadores de la Universidad de Extremadura han evidenciado en roedores el efecto farmacológico que puede tener sobre el hígado, a determinadas concentraciones, el lúpulo, una de las principales materias primas empleadas en la elaboración de la cerveza. Sin embargo, los expertos insisten en que para que los beneficios se mantengan, hay que consumirla con moderación.
Las características organolépticas de la cerveza, como la espuma, el cuerpo o el amargor, vienen definidas tanto por las materias primas utilizadas (malta, lúpulo, levadura y agua) como por el método de producción de cada maestro cervecero. En el caso del amargor, es una de las propiedades más apreciadas por parte del consumidor y su control es esencial para que el producto final tenga éxito en el mercado. Con el objetivo de dar respuesta a esta necesidad, investigadores del Área de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Valladolid estudian en profundidad los compuestos responsables de la aparición del amargor y sus particularidades para ajustarlas al gusto de los consumidores.