La neurotecnología ha comenzado a ofrecer dispositivos médicos que benefician a nuestra sociedad, pero también ha surgido un problema con la privacidad de los datos neuronales que conviene regular. Uno de los padres de la iniciativa BRAIN, Rafael Yuste, ha hablado sobre ello en el Congreso, y después nos ha contado que este gran proyecto sobre el cerebro “va como un tiro”.
Un conjunto de artículos publicados en la revista Nature ofrecen la más completa caracterización y clasificación de tipos celulares del cerebro de este mamífero. Los resultados ayudan a comprender mejor la organización de este órgano, los circuitos neuronales y la función de cada una de sus células, además de contribuir a la investigación de los trastornos neurológicos en humanos.
En un paquete de 21 artículos, científicos de todo el mundo presentan esta semana el primer borrador del mapa de las células del cerebro humano, donde aparecen más de 3.000 tipos diferentes. Se abre así una nueva era en la investigación de este complejísimo órgano y sus enfermedades.
Los investigadores Rafael Yuste de la Universidad de Columbia y George M. Church de la Universidad de Harvard, dos de los padres de la Iniciativa Brain para mapear la actividad de las neuronas del cerebro, advierten que los fondos de este proyecto se pueden diluir en laboratorios individuales desconectados, sin alcanzar el salto tecnologíco necesario. Los dos científicos plantean sus temores en el número de marzo de la revista Scientific American.
La agencia de investigación médica más importante de EE UU ha concedido al español Rafael Yuste (Madrid, 1963) su premio más relevante: el NIH Director’s Pionner Award. El catedrático de Ciencias Biológicas y Neurociencias de la Universidad de Columbia (Nueva York) empleará los 2,5 millones de dólares del galardón para descifrar los circuitos neuronales de la corteza visual del ratón con técnicas innovadoras, una vía para conocer mejor las enfermedades mentales y el pensamiento humano. Yuste, ideólogo de la iniciativa BRAIN del gobierno de Obama, explica a SINC los detalles.
Rafael Yuste en su laboratorio de la Universidad de Columbia, en Nueva York. / SINC