Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con la Universidad de Copenhague, han evaluado el uso de plantas comestibles para la biomonitorización de la contaminación atmosférica. El estudio se realizó en la ciudad de Copenhague e indica que las especies seleccionadas podrían utilizarse como bioindicadores, al reflejar los niveles de contaminación atmosférica del entorno.
Un estudio coordinado por investigadores del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universidad Politécnica de Valencia, en colaboración con la Universidad de Navarra y la empresa belga Biobest Belgium N.V. ha constatado que los ácaros depredadores del suelo constituyen un perfecto aliado para hacer frente a la plaga de trips en cítricos causada por Pezothrips kellyanus, un diminuto insecto que afecta a la piel de los frutos.